Excelente. Céntrico y a dos minutos de autobuses, metro, y cerca de la estación del tren. Andando en 5-10 min estas en la Basílica S. Sernien o en la plaza del Capitole. Personal de recepción magnífico y atento, buen trabajo a todos. Establecimiento muy preocupado por el medio ambiente. Habitaciones grandes, limpias, con camas muy cómodas y varias almohadas para elegir la que más te guste. Agua fria, café y té de cortesía en recepción toda cuanto quieras, sobretodo el agua de muy de agradecer, puedes llevarte unas botellas que ponen a disposición a la habitación. Cuando regresemos será nuestra primera opción para alojarnos nuevamente. El único pero, para mi, es el coste del desayuno 15€ por persona y día, me parece una barbaridad cuando hay muchos sitios muy cerca por la calle para hacer un buen desayuno.