Hotel precioso en pleno centro, a 5 minutos andando de la basilica de Santa Maria. Muy bonito por dentro, con unas habitaciones grandes y cómodas.
Además, tiene opcion de desayuno buffet por 8 €; y por las tardes se puede tomar café gratis de la cafetera.
La terraza, eso sí, es algo pequeña y sin vistas particularmemte bonitas. No obstante, el comedor es precioso.
Muy recomendable