La verdad es que no me gustó la idea de baños compartidos y eso se debe explicar claramente con antelación. La limpieza en las habitaciones fue horrible. Yo senti vergüenza y culpa con mis hermanas porque yo había elegido el alojamiento por cómo se veía en Internet, pero en la realidad nada que ver. Las camas olían a rata muerta, yo no logré dormir ni una noche, me quedé sentada en la orilla de la cama. Fue una experiencia horrible. Por otro lado, el trato de los recepcionistas fue muy bueno y agradable, agradecimos que nos guardaron el equipaje hasta nuestra salida. No tiene ascensor y las escaleras son incomodisimas para subir. El café es de agradecer también.