El primer día tuve que bajar a que regularán la ducha porque salía demasiado caliente y ni moviendo la rosca de la temperatura daba bajado.
El desayuno del segundo le retiraron el tomate natural y lo pusieron del envasado.
El tercer día el salón de desayuno estaba cerrado, hay que tener en cuenta que he venido a trabajar y no de turismo, total me fui sin desayunar.
El cuarto día sigo sin desayuno, aunque está incluido en el precio, pero al mediodía vuelvo al hotel y no puedo entrar en la habitación porque está bloqueado.
Todavía me quedan dos noches más, no sé qué más puede pasar.
Por cierto, en mi habitación la ducha está al lado de la puerta, luego la cama y en el otro extremo de la habitación está el inodoro con el lavabo, total que todas las mañanas anda de un lado para otro.
Un saludo,