Fue una experiencia desconcertante, desde la llegada hasta la partida.
Sabanas amarillas y con mal olor, el bote de agua en el baño que mi esposa casi se cae, sin aire acondicionado con las altas temperaturas de Sevilla, los insumos insuficientes para tres personas, las paredes con humedad y polvillo, la falta de limpieza en la habitación, la parte eléctrica mal distribuida. Es desconcertante que con tan buena ubicación dejen perder clientes y clientes por el estado de la pensión !