Quedamos hospedados en una habitación con vista a la alberca en el segundo piso, la habitación estaba renovada, muebles, accesorios nuevos, todo se veia aparentemente limpio y ordenado. La cama y almohadas muy cómodas. No volvia desde que las habitaciones estaban con la decoracion mas vieja y ofrecían desayuno, el cambio es enorme en diseño y actualmente ya no cuentan con desayunos, aun así regresaría.
El servicio en recepción de las chicas es muy amable aunque no hablen español, te resuelven.