El hotel conserva su estilo antiguo, pero todo muy bien mantenido. Es muy cómodo, nos encantó el ascensor como de los años 20, la amabilidad de todo el personal, además de que está super bien ubicado. El desayuno fue lo unico que no nos gustó para nada, pero no fue un problema, pudimos cambiarlo por otro lugar de nuestra elección. En general nos encantó y regresaríamos.