El hostal está muy bien localizado, me quedaría de nuevo por eso. El baño tenía mal olor, parece que los huéspedes orinan en el inodoro, pero como lo usamos a diario, lo pasamos. El sitio está bien por el precio y es para gente joven. Hay un bar abajo y cocina comunitaria; también hay desayuno, pero es caro; en la calle se come mejor. La cama tenía un colchón muy duro. Por la noche era silencioso y tranquilo. Te dan de regalo una cerveza para tomar gratis de 18:00 a 20:00, vale la pena.