¿Has visto esas películas cómicas donde todo es un desastre en un pseudo centro vacacional? Eso es exactamente lo que pasará si te hospedas en Bosque de Perlillas, todo lo que puede salir mal saldrá mal y créeme, no será gracioso. Llegamos por casualidad después de un evento en la zona y no nos quedaron ganas de regresar. Desde los rastros de suciedad en el mobiliario, la ubicación, el frío que se cuela por los huecos de las paredes (que son bastantes), los clavos salidos de la madera hasta los insectos muertos fue una experiencia inolvidable y no de buena manera. Lo único positivo, fue el trato del personal. En verdad deben de cuidarlos mucho