El restaurante cerró a las 22:00 y el personal de recepción nos dijo que no podíamos ir a ningún sitio a cenar, sí que fuimos a otro sitio.
La comida del desayuno estaba bastante mala, había variedad pero la calidad dejaba mucho que desear.
La
Habitación olía fatal, el baño no está separado y la fontantería no debe ir bien porque olía a alcantarilla.
Por la mañana llegamos a las 11, cosa que había avisado meses antes para pedir hacer el check in antes ya que íbamos por un evento para el que nos teníamos que arreglar y me lo confirmaron, al llegar nos dijeron que no. Nos tuvimos que cambiar en un baño por ahí y no nos dejaron ni dejar las maletas. Tuvimos que recoger las llaves de la habitación por la noche.
Además, después del evento llegamos a las 10 de la noche y nos íbamos al día siguiente. Yo llamé con anterioridad cuando llamé para lo de la llegada para pedir salir un poco más tarde y me dijeron que sin problema. Al llegar me dijeron que como muy tarde podíamos irnos a las 10am. El hotel estaba vacío…
La verdad que no me gustó nada.