Situado en un punto perfecto para poder realizar rutas por la Ribeira Sacra. El alojamiento está muy limpio y la atención es fantástica. La propietaria, Diana, encantadora y dispuesta a ayudarte a planificar rutas o lo que necesites. El bizcocho que pone en el desayuno (además de pan tostado, fruta y zumo) es casero y está muy bueno.