El hotel está muy bien, pero no es un Gran Lujo, le falta mano para los detalles. El recepcionista nos acompañó a la habitación, y cuando le pedimos el código wifi, nos dijo que no sabía exactamente si eran mayúsculas, minúsculas, junto o separado... 10 minutos intentando conectarnos.
Las habitaciones deluxe dan a un patio, que está muy bonito, si no fuese por unos maceteros, la mitad secos, descuidado y varios vacios, una pena pues el sitio es precioso.
El desayuno, los curasanes estaban todavía congelados... eso sí, el personal muy amable.
La piscina vacía con 30 grados, el 25 de mayo... una pena.
El edificio es precioso, pero alguien debería de controlar las humedades en el techo de la habitación, zona lavabos, así como los acabados de silicona en la ducha. En general muy bien, pero hay que pulir los detalles, sobre todo si te publicitas como gran lujo y en un edificio tan emblemático. El camino ya está empezado, solo falta pulirlo. MUCHAS GRACIAS