El hotel es una construcción antigua , lo cual era muy atractivo debido a la visita a una abadía de la época. Pero su servicio es TERRIBLE. Bajamos a cenar, y en el restaurante bajando las escaleras a la derecha , nos sentamos por 45 min , y aunque el par de meseros nos veía, nos esquivaban la mirada, estaban repletos y no quisieron ni uno más. A pesar de ser huéspedes. A cualquiera de ellos que nos acercarnos , nos dijeron , a mi no me toca. Por lo cual , recomiendo alojarse en otro hotel , o por lo menos comer en otro lado.