El trato del personal es excelente. El desayuno es muy correcto: café, Cola-Cao, yogur, fruta, bollería, fiambre, tostadas y zumos -no naturales-
La ubicación es buena: a un paso del ayuntamiento, de la iglesia románica y a un paseo del supermercado, de ETEVA, del aparcamiento y de la piscina municipal.
Hay una pizzería, un bar y dos restaurantes en la misma plaza del hotel.
Con problemas de movilidad, hay que avisar pues el ascensor sólo llega a la segunda planta (hay tres).
En caso de poca ocupación, no se atiende la consejería 24 horas (se da un código de acceso y un teléfono de contacto para casos de necesidad).
Muy recomendable y de trato exquisito.