Desde antes de llegar el personal fue muy atento , nos apoyaron con el traslado , recepción y acomodo , el trato de Zina y Anastasia fue excepcional al pendiente en todo momento de nosotros, dudas y apoyo en conocer los alrededores.
El lugar con una vista a los volcanes espectaculares , muy privado, acceso directo a la calle principal de Oía.
Limpieza excelente , y desayunos ricos y a tiempo en la puerta del cuarto, sin duda volveremos .