Mi estancia en este hotel fue incómoda desde el primer momento. La habitación olía fuertemente a tabaco y a un ambiente encerrado, lo que la hacía poco agradable. Además, estaba sucia y sin ventilación, ya que daba a un patio interior donde, para empeorar las cosas, había una cocina justo debajo.
Por si fuera poco, se escuchaba todo el ruido de los baños compartidos por los huéspedes, lo cual era realmente molesto. Uno de esos baños tenía una puerta corrediza que no funcionaba bien; era difícil abrirla y cerrarla.
Para rematar, personal de limpieza llegó a las 7 de la mañana, haciendo un escándalo tremendo mientras recogían sábanas y otros artículos. No tuvieron ninguna consideración por el horario y el ruido fue insoportable, lo cual arruinó por completo mi descanso.
En definitiva, una experiencia que no repetiría ni recomendaría.